Hace unos días murió José Adolph, singular escritor peruano - alemán. Recuerdo que de muy chico leí de él "Cuentos del relojero abominable" (Lima, 1973) atraído por el título y quedé alucinado, al grado de prestar el libro (oh tonto de mí) a cuanto amigo tenía, hasta que, claro, llegó el día en que no me lo devolvieron. Aquél libro no tenía foto del autor, y yo trataba de imaginarme como era aquél escritor tan creativo y loco. La primera vez que lo ví, años más tarde, me sentí satisfecho de no haber estado tan lejos al esbozar su rostro, en él se dibujaban sus historias brillantes como su mirada y fantásticamente enrevesadas como sus cejas.
En http://axxon.com.ar/not/182/c-1820048.htm hay una reseña completa de Adolph, y Giancarlo Stagnaro le hizo una buena entrevista en http://www.elhablador.com/adolph.htm
Víctor Coral rescata en su blog este microrrelato de Adolph como muestra de su talento.
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--Mamá, ¿qué es un árbol? –preguntó el chiquitín.
La madre sonrió tristemente entre sus escamas y solo meneó ambas cabezas.
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