jueves, abril 26, 2007

Watanabe

Acabo de escuchar en el noticiero que José Watanabe ha muerto. Estoy perplejo.
Sufría de cáncer al esófago.
A menos de un año de la partida de Guevara, la muerte se vuelve a ensañar con otro de nuestros poetas mayores, y digo mayores por la importancia, porque Watanabe era un hombre joven, demasiado joven para morir.

Reviso sus poemas y se me ocurre que tal vez en su lecho recordó este poema que escribió en Cosas del cuerpo

"Nuestra Reina"

Blanco tu uniforme y qué rosada
tu piel
Entonces tus vísceras deben ser azules, doctora.
Eres nuestra reina.
Los enfermos estiramos las manos atribuladas
hacia ti, en triste cortejo.
Queremos tocarte cuando cruzas los pasillos,
altiva,
docta, saludable, oh sí, saludable,
con tus vísceras azules.

Imaginamos a los doctores a salvo de nuestros males,
pero si el conocimiento no te exime
y también te mueres, serías una bella
muerta. Tienes
nariz alta, boca
que cierra bien, que se sella,
párpados tersos, largo cuerpo para ser tendido
voluptuoso
sobre una mesa de hierba.
También así serías nuestra reina
y seguiríamos estirando las manos
ya tranquilas y con flores
hacia ti, nuestra última señal de gozo.

miércoles, abril 25, 2007

Cine de barrio

Demolieron el cine Brasil, el que quedaba en las últimas cuadras de la avenida del mismo nombre. Hace mucho que estaba abandonado y cayéndose a pedacitos, pero al ver los restos de la alta pared que sostenía el ecran, no pude reprimir los recuerdos que cruzaron por mis anteojos. No era de mis cines favoritos, es más, creo que solo fui una vez. Para los que no lo saben, en los años setenta la cartelera se dividía en cines de estreno y cines de barrio, y este pertenecía a la segunda clasificación. A finales de los setenta, 78 creo, yo rodeaba los 13 ó 14 años, y con mis amigos llegamos muy tarde para ver “King Kong” (el de Laurentis y Guillermín, claro) en no recuerdo que cine, entonces nos fuimos al Brasil que tenía el “segundo turno”, también llegamos algo tarde y solo habían entradas para "el galinero" o sea la platea, que en los cines de barrio estaba en el segundo piso y era más barata. Entendimos la razón del precio y también por que le llamaban “el gallinero”, eran bancas de madera largas donde la gente entraba como sea y olía a todo lo imaginable, y así nos acomodamos, renegando. Hasta que apareció Jessica Lange y nos olvidamos de los olores, los gritos, y hasta del gorila; todo se convirtió en el paraíso. Los restos de la alta pared cayeron y para que no caiga Jessica con ella, escribí este recuerdo.


Por efecto rebote, llegaron otros recuerdos cinemeros de esos años, años antes para ser exactos, entre el 75 y 78 viví en tres distritos de Lima antes de llegar al barrio donde me quedé 10 años y donde aparecieron los amigos que recordé hace un rato. Mis viejos se mudaban de casa por estar más cerca de tal o cual familiar o amigo, y claro, el que no tenía tiempo para hacer amigos era yo. Así que aparte de leer y dibujar comics, y alucinarme un extraterrestre, otro de mis pasatiempos era buscar el cine más cercano e internarme en él todas las matinés de los domingos. Fue así como nació un gran cariño por los cines de barrio y por cualquier película que pasaran en esa matinée. Aunque suene contradictorio, iba a ojo cerrado a ver cualquier película (antes todos los domingos en matiné se pasaban películas para menores, o apta para todos. No me he dado cuenta si sigue esa costumbre) entonces me encontré con muchas películas raras que nunca más volví a encontrar, como “Fase 4 destrucción” donde la tierra llegaba a su fin invadida por hormigas, o “Recuerdos del futuro”, ese polémico y alucinante documental basado en el libro de Erich Von Däniken, donde se trata de probar que existen vestigios de visitantes extraterrestres en todas las antiguas culturas del mundo. La primera la vi en el Florida de Pueblo Libre, a este cine le decían el floripulgas, ahora es un edificio, la otra el cine Opera de Jesús María (creo que es templo), en el cine Idolo de Pueblo Libre, que ahora es un edificio de departamentos, me tope con otras películas que en esa época no entendía bien por ser un niño pero me fueron presentando un mundo que tenía problemas más graves que pelear con monstruos del espacio, como “El síndrome de China” con Jane Fonda y Jack Lemmon, o “Rescate en Entebbe” donde sí me dió miedo Idi Amín Dada. De hecho recuerdo otros desaparecidos cines de barrio donde, ya sea con la familia o con los amigos del colegio, disfuté de comedias (tontas) como toda la saga de Bud spencer y Terence Hill, o las de Pierre Richard, y películas de moda como “El hombre llamado caballo”, “Infierno en la torre”, “Tiburón” o mil veces “Grease” para aprender los pasos de baile (ya que no existía ni el betamax) y enamorarse de Olivia una y otra vez.
Cada cine de barrio que muere, ya sea convirtiéndose en templo religioso, supermercado o simplemente es demolido para convertirse en un edificio, se lleva consigo parte de mi niñez solitaria que encontró en las películas y en esas salas oscuras, una pasión que me acompañaría siempre.

domingo, abril 22, 2007

Recital de Claroscuro


Dicen que nunca es tarde,


así que los invito al recital


que ofreceremos


(CLAROSCURO: MaryCarmen, Eberth, Luciano y yo)


mañana lunes a las 7 pm


en el auditorio del Británico de Miraflores.


Los esperamos.

(Hace un par de años en el desaparecido "Eddys Bar" de Miraflores)

Foto: Cecilia Pelán