MVLL, la libertad y la vida

Aprovechando el despreocupado domingo, mi esposa Cecilia y yo, visitamos otra vez el centro de Lima, pero en esta ocasión, conocer más a fondo al escribidor fue la excusa. Como el mismo Mario Vargas Llosa lo dijo en la noche de la inauguración, “Homenajes como este solo se hacen a los muertos”, y es una verdad muy injusta. Por esto, es motivo de pláceme que en plenas facultades del artista se monte esta impresionante exposición sobre su vida y obra. Felicitaciones a la PUCP, a Alonso Cueto, Fernando de Szyszlo, y quienes tuvieron que ver con el homenaje.

Son más de diez salas distribuidas en los dos pisos de la Casa O´Higgings (Cdra 5 del Jirón de la Unión), cada una de estas salas representa parte de la vida y obra del escritor, así, una gran sala recibe al público con un extenso mapa de su vida, lleno de fotografías que nos cuentan sobre su niñez y juventud en las diferentes ciudades que le tocó vivir, así como sus primeros escritos escolares en diversos

géneros, los primeros galardones, objetos personales, cartas suyas y de otros, su amores, familia, amigos, encuentros y desencuentros, y mil situaciones
que lo fueron convirtiendo en el ilustre abuelo que es hoy en día.

Las siguientes salas se definen de manera temática, así encontramos los libros de sus autores preferidos con anotaciones, comentarios y hasta calificaciones de su puño y letra, sus obras literarias, teatrales, su relación con el cine, la política, el periodismo, sus aficiones, sus influencias, es decir, una muestra de toda su infatigable vida. Les advierto que si desean disfrutar plenamente de la muestra, deben invertir por lo menos cuatro horas, que fue lo que nos tardamos en recorrer la casa, (sin contar la hora de almuerzo en uno de los restaurantes de comida típica del centro de Lima)

Con paciencia y buen humor se pueden apreciar entrevistas, programas de televisión, videos de sus discursos en la Real Academia y premiaciones, leer y hasta escuchar algunos de sus cuentos, e incluso ver una versión cinematográfica de la “Ciudad en los perros” realizada en Rusia, claro que todo eso ya acumularía más de seis horas, felizmente la muestra estará hasta el 30 de octubre y hay tiempo para verlo todo.

Al terminar de recorrer esta exposición, pienso no solo en la importancia de dejar una gran obra en este mundo, si no, en lo significativo que son “aquellas pequeñas cosas” (como diría Serrat) que se van convirtiendo en parte insustituible del rompecabezas de nuestra existencia.



las fotos son de Cecilia